Semillas para una Nueva Generación

Solo el Maestro puede señalarte el sendero…

Aquel que anhele al Maestro encontrar, deberá seguir sus huellas.

Aquel que en el Sendero considere caminar, al Maestro deberá encontrar primero.

Para descubrir sus huellas, deberás seguir su camino sin titubear. No hay cabida ni esperanza para aquel que se inspira en la desconfianza o busca tan sólo por curiosidad.

La verdad va más allá del conocimiento mismo; la verdad es tu Maestro.

Su camino está en todo lugar y en toda hora; allí en donde te encuentres, lo encontrarás presente. Pocos son los que verlo pueden, algunos los que lo escuchan, otros los que, al menos, lo sienten.

Contados son los que lo ven, escuchan, sienten y se dejan guiar por ÉL.

¿Quieres ver a tu Maestro? Cierra tus ojos y contemplarás su radiante presencia.

¿Quieres escuchar a tu Maestro? Llena con silencio tus oídos, y lo escucharás con claridad.

¿Quieres sentir a tu Maestro? Deja de sentirte a ti mismo y lo sentirás.

¿Quieres encontrar a tu Maestro? Deja de buscarlo y ÉL se revelará. Comenzarás a sentirlo en su plenitud, pureza y santidad; salte del camino, ¡déjale su lugar!… pues sólo así a ti se allegará.

Tu Maestro está aquí, allá, ahora y siempre.

Contigo camina siempre; un poco más al frente, pero sin dejarte atrás.

¡Calla! No digas nada, pues, el Maestro aquí está. Mantente en silencio y deja por un instante el ruido de tu mente, deja que ésta se aquiete por sí sola y como un sublime susurro a escucharlo comenzarás. Si puedes alcanzar ese silencio, ocurrirá.

Cuando lo encuentres no le pidas nada. Todo lo sabe y su misión es ayudarte a satisfacer todas tus necesidades para que puedas alcanzar tu libertad. Llevas mucho tiempo en una esclavitud que no te corresponde y es hora de que libre seas.

Tendrás que detener tu divagar y frenar tu incesante acción. Él no se alienta frente a las ansias desmedidas y menos, ante la desesperación.

Tu Maestro es tu fuente de armonía, sabiduría, despertar y del perfecto Amor.

No puedo cesar de recalcarte: si decides buscarlo, deja de hacerlo y acalla tu mente; termina definitivamente con el ruido de tu mente. Relájate y siente, siéntelo con fervorosa intensidad pues ahora mismo, contigo está.

No pretendas seguir errando tratando de encontrarlo fuera de ti. Por eso, al buscar fuera del lugar que le corresponde, nunca pudiste encontrarlo.

Ahora, varias cosas más. Vacía tu mente de todos tus pensamientos, sentimientos, vanos orgullos, resentimientos, juicios,….. Perdona y abre tu corazón a la humildad y al verdadero amor desinteresado. Su verdadera esencia, que es tu esencia, surgirá gloriosamente pues Él, tú mismo eres y lo comprobarás cuando te encuentres.

Cierra tus sentidos físicos, libérate de tu ego y despliega los sentidos de tu consciencia. Solo así salir podrás. ¡Déjalo salir, pues eres tú, tu verdadero Ser quien liberado será!

Rompiendo estas cadenas de esclavitud, lograrás quitar de tu ser el peso de los pecados, errores y sentimientos creados por el desviado camino al cual te allegaste ignorantemente. Creaste una falsa personalidad de lo que realmente eres y luego, le diste poder para regir en ti, como si fueras tú mismo.

Regresa a ti y al Sendero que te corresponde y muchas maravillosas cosas que ni soñaste, te sucederán. Sé uno con tu Maestro, pues la insensata presunción del fantasma de tu ego te forzó a ser dos, cuando uno eres. Cuando mires atrás, las huellas que verás, tus propias huellas serán y dejarás por siempre detrás de ellas caminar. Entonces comprenderás que todo camino, tu Sendero será. Ya no habrá nada que buscar y todo te será posible.